La hipotensión se da cuando existe una tensión arterial anormalmente baja. La hipotensión no se considera una enfermedad, sino todo el contrario. En este sentido, la tensión baja refleja que el corazón está en buen estado y también que el sistema circulatorio y la salud en general están bien. Durante el embarazo es normal que la tensión esté más baja que de costumbre.
Entre los síntomas de la hipotensión se puede sentir desfallecimiento, un polvo débil e incluso mareo. Además, se puede experimentar una pérdida de conciencia momentánea, sobre todo cuando la embarazada se incorpora a la cama o al sofá. Los síntomas desaparecen normalmente cuando hay una exposición prolongada al solo, siempre con protección, o después de hacer una comida.
Para no experimentar los síntomas de la hipotensión, la doma embarazada tiene que evitar los cambios bruscos de postura. Y antes de incorporarse de la cama o levantarse de manera brusca es mejor esperar unos segundos. Si se empieza a notar mareo, podemos tomar tragos pequeños de algún refresco con azúcar. Si hay inicio de desmayo, nos podremos tumbar con las piernas en alto. No continuaremos de pie para no caer. Si hace calor podemos sacarnos ropa y buscar aire fresco. Si experimentamos estos síntomas, lo tenemos que comunicar a nuestro ginecólogo.