Las manchas a la piel durante el embarazo se manifiestan más del que pensamos. A lo largo del embarazo la madre experimenta muchos cambios, entre ellos cambios en la piel a consecuencia de las hormonas propias del embarazo.
Durante los meses del embarazo se produce una estimulación de las glándulas sebáceas, lo que se puede manifestar con más producción de grasa cutánea y desencadenar acné. Otra problemática cutánea asociada a la piel son las manchas del embarazo. Unas manchas oscuras que se forman a la piel, normalmente faciales acostumbran a disiparse cuando la madre da a luz y la actividad hormonal baja. Las manchas no dejan de ser una afección cutánea aunque se desconoce la causa exacta.
¿Cómo las podemos tratar?
Este tipo de manchas se empiezan a manifestar durante el primer trimestre, y continúe durando todo el embarazo y marchen después del parto, o después de acabar con la lactancia materna. Si continúan hay opciones para tratarlas.
- Durante el embarazo y fuera de él es esencial usar un protector solar de amplio espectro, preferiblemente con minerales de zinc o titanio, porque no se absorben a la piel. Esto ayudará a evitar que las manchas aparezcan, y si ya han salido que se hagan más oscuras. Evitaremos el sol de las 10 a las 15 horas, cuando más incidencia tiene sobre la piel.
- Consumir alimentos con alto contenido en ácido fólico, puesto que diferentes estudios han demostrado que una deficiencia de este ácido podría estar relacionada con la hiperpigmentación. Podemos encontrar ácido fólico en alimentos como las verduras de hoja verde, pan y cereales integrales, y en las naranjas.
- Durante el embarazo y la lactancia materna, no es recomendable utilizar exfoliantes, blanqueadores u otros tratamientos aclaratorios con componentes y sustancias químicas, puesto que pueden penetrar a la piel.