Los mareos se dan cuando hay una pérdida de equilibrio y se descoordinan las órdenes entre las orejas y el cerebro, responsables del equilibrio. Cuando una persona experimenta un mareo lo apodera una sensación de inestabilidad, náuseas, palidez, vómitos, sudores fríos...
Muchos niños y las niñas son propensos a marearse en viajes en coche largos, especialmente en aquellos en que hay muchas curvas. Para evitarlo, podemos hacer el siguiente:
- Tenemos que ser cuidadosos con la conducción evitando grandes aceleradas, frenadas y las curvas.
- Explicar al niño o niña que mire lo más lejos posible, mejor al horizonte, a través de las ventanillas, sin fijarse en cosas del interior del vehículo.
- Tenemos que conseguir que esté distraído, cantando, jugando al veo-veo, a las palabras encadenadas...
- No es aconsejable que vaya mirando una pantalla, leyendo o escribiendo, puesto que así aparece rápidamente la sensación de mareo.
- Lo mejor para viajar es no haber comido demasiado, ni demasiado poco y si el viaje es muy largo hacer paradas cada dos horas para beber agua y airearse.
- El asiento central de atrás es el más adecuado para mantener la vista en el paisaje más fácilmente y evitar los mareos.
- En el interior del vehículo tenemos que tener una temperatura y una ventilación agradables.
- Durante el viaje tiene que estar hidratado, por lo cual es conveniente llevar siempre agua.
- Si tu hijo o hija se marea con facilidad es mejor que viaje mientras duerme, puesto que entonces no se sienten los mareos. Por eso podemos viajar de madrugada, por la noche o a la hora de la siesta, para que duerma durante el viaje.