La otitis es una inflamación del oído producido por una bacteria. La otitis también puede venir provocado, aunque con menor frecuencia, por un virus u hongo. La inflamación que provoca la otitis puede aparecer tanto en el conducto auditivo externo como el interior de la oreja mediana. La otitis externa, conocida como otitis del nadador, es muy típica en niños que están mucho tiempo sumergidos en el agua, sea del mar o de piscina, puesto que la humedad ablanda la mucosa del conducto auditivo y se infecta.
Aunque el niño o niña esté bien en general el oído le hace daño y por el mismo conducto segrega un líquido verdoso. Si la otitis no se trata correctamente se corre el riesgo que se perfore el tímpano y, en consecuencia, se puede ver afectada la capacidad auditiva.
Normalmente el médico prescribirá antibiótico en forma de gotas, e igualmente un tiempo sin bañarse para evitar complicaciones.