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Hoy nos quitamos con un sol de domingo espléndido y decidimos preparar un poco de picnic e ir a hacer una excursión de un día a Santo Miquel del Fai.
Mi prima había estado con sus hijas y me recomendó que fuéramos. Santo Miquel del Fai es un monasterio que se encuentra en un espacio natural, sobre el valle del Tenes, que bordea buena parte de los riscos de Bertí, en el término municipal de Bigues i Riells, en el Vallès Oriental.
Sólo llegar al parking de la zona, la belleza de su paissatge nos transporta a otra época. A pesar de ser un emplazamiento natural y rocoso, se puede ir con niños con movilidad reducida.
A la misma entrada encontramos un mapa de la zona y una taquilla, el precio es asequible, unos 8 o 9 euros por persona. Los niños con el carné del Club Super 3 entran gratis y también hay reducción de precios para adultos con seguros determinados o suscripciones a algunos diarios. Los mayores de 65 años también tienen reducción.
A continuación entramos pasando por un puente de piedra y seguimos por un camino que hace bajada y nos conduce hacia el Monasterio.
El priorato de Santo Miquel del Fai fue un lugar de culto habitado por una comunidad de monjes benedictins desde el siglo X hasta el siglo XVI. Representa un claro ejemplo del gótico catalán.
Los monjes de la época encontraron un lugar muy escondido en esta pared rocosa natural, un espacio muy tranquilo, pleno de salidas de agua.
En este espacio natural tanto maravilloso, nos piden respetar la natura.
A continuación nos encontramos con la Casa del Priorato que es una de las construcciones más muy conservadas y más representativas del estilo gótico catalán. En esta casa es sueño vivían el prior y los monjes, y dónde más adelante sirvió para acoger en los viajeros de la comarca.
Desde su mirador pudimos admirar el valle de Tenes y el precioso Salto de agua del río Tenes, una de las delicias del emplazamiento.
Y continuando nuestro camino .
Bien es verdad que se hace difícil no hacer fotografías de todo! Es uno de los lugares más bonitos que hemos visto de Cataluña.
Llegamos a la pequeña capilla que queda escondida a la derecha de la ruta y que si nos descuidem la pasamos de largo.
Nuevamente, rodeados por el silencio, podemos fácilmente imaginarnos que nos encontramos en el siglo X.
Salimos al exterior donde hay una gran balsa con patos y un cisne. Algunos niños dónen pan y se entretienen con las aves.
De las rocas superiores cae agua del deshielo y las lluvias.
encontramos también la sala de audiovisual donde podréis disfrutar de la historia y las leyendas de Santo Miquel del Fai así como impresionantes imágenes de la cascada después de las grandes lluvias y animales y fauna que habitan.
Al lado hay un pequeño museo con hallazgos fósiles que demuestran que ya en la época neolítica este espacio estaba habitado.
A continuación bajamos a ver la Cueva de Santo Miquel. Esta cueva sólo se puede visitar en días que hace bono, si hace lluvias o mucha humedad la cierran para evitar accidentes. Sort que nosotros portavem unas buenas bambes de montaña!
Para llegar a la cueva hay que bajar un montón de escaleras, pero vale mucho la pena.
Un golpe abajo se pueden ver estalagmitas y estalactitas de diferentes colores, pero mucha cura con el tierra, resbala muchísimo!
Continuamos para llegar ya al famoso salto de agua de Santo Miquel del Fai, una preciosa cascada que atravesamos por debajo. Desgraciadamente la foto no ha podido ser mejor, totalmente a contrallum no se pueden ver las personas pero es suficiente para haceros una idea.
Por último, llegamos a la zona de picnic, un espacio lleno de mesas de madera y un pequeño bar donde hacen bocadillos y venden bebidas. A la parte inferior encontramos un gran espacio de juego para niños y niñas.
Aquí hacemos una parada, treiem nuestra comida de las mochilas y a comer que hay hambre!
Después de comer, las niñas marchan a jugar y nosotros hagamos la sobremesa
Ha sido un día muy xulo, nos ha encantado Santo Miquel del Fai, un espacio natural maravilloso, privilegiado, muy interesante de ver y perfectamente preparado para ser visitado. Os animamos a que hacéis esta excursión de un día, vale mucho la pena!