Los niños de alta demanda son aquellos niños o niñas que tienen un comportamiento que puede llegar a complicar el día a día de sus padres. Estos niños pasan muchas horas de la noche sin dormir, son muy complejos para comer y reclaman constantemente atención. Además nada los consuela y no se saben entretener sólo, todo ello un día a día agotador y desbordante.
El término niños de alta demanda fue acuñado por William Sears, pediatra norteamericano y padre de cuatro hijos y determinó algunas de sus características:
- Problemas para dormir: no duermen a continuación, los cuesta dormir, se despiertan muchos golpes por la noche y no hacen siestas.
- Tienen mucha energía y vitalidad y no se cansan, están siempre activos.
- Cuando son bebés maman continuamente.
- Son muy sensibles y perciben todo el que sucede a su entorno. Se disgustan mucho si los regañamos y tienen unas emociones muy intensas.
- Tienen comportamientos ansiosos y se preocupan. Además, pueden ser bastante miedosos.
- Son dependientes de los adultos, puesto que necesitan atención constante.
- Son cariñosos y necesitan contacto físico.
- Son inteligentes y despiertos.
- Pueden ser tercos y se enfadan con facilidad.
- Buscan los adultos para entretenerse y no saben jugar sólo.
- Son perseverantes e insistentes.
¿Cómo los podemos ayudar?
- Necesitan cubrir necesidades afectivas como contacto físico, atenciones, compañía, si nos piden atención es porque la necesitan.
- Mantener la calma y gestionar sus pataletas, desafíos o demandas.
- Ser cuidadosos con el lenguaje, tenemos que recordar que son muy sensibles y los cuesta gestionar las emociones.
- Aceptar cómo son y no compararlos con otros niños.
- Favorecemos su autonomía de manera respetuosa.
- Buscar apoyos, puesto que exigen mucho y podemos acabar exhaustos.
- Un niño de alta demanda es completamente normal, ni es caprichoso, ni consentido. Necesita más, y nos lo hace saber.