Hay una cosa en que toda educadora tendría que pensar a la hora de planificar actividades. Mirar el espacio que tiene, ver qué posibilidades hay, como presentará la actividad o los materiales a los niños y niñas. Cuando piensas en el qué quieres hacer, en cómo lo quieres hacer, en el que cruces que es mejor por su desarrollo tanto autónomo e independiente como sea posible.
Primero piensas "quieren ir a jugar al jardín". De acuerdo.
Te coges unos minutos, y sales fuera antes de que ellos y ellas para preparar el espacio donde irán.
Cómo se prepara?
Aquí piensas más: piensas en el que será bonito por sus ojos, al construir un ambiente para ellos y ellas. Al motivar, al proporcionar elementos con los que ellos y ellas podrán descubrir, hacer y deshacer, observar, aprender un montón de cosas.
Tú los conoces, cada día más que el anterior, y después de pasar horas observando y probando... ya sabes. Piensas en una cosa que los invitará a otra cosa y que no serás tú quien la condicione y ni siquiera quién la proponga. Serán ellos quien la descubran, quién te enseñen, quién te muestren, quien se interesen. Y tú, como educadora, encontrarás nuevas ideas para hacer frente en las nuevas necesidades que los vayan surgiendo a cada uno de ellos.
Padres la mesa:
Recoges hojas y flores caídas de los árboles (por qué echarlas antes de que alguien haga un buen uso?), las pones en platos, en boles, en vasos. añades otros materiales que tengas al alcance. Pones unas cucharas.
Ya tienes la mesa parada!
Ahora sí... vamos al jardín?
Compruebas como algunos/se van directos a aquello que has preparado. Es bonito, ordenado, visual! Ven la mesa llena de elementos y sonríen mientras se acercan despertados la curiosidad. Te quedas a un rincón, relativamente cerca para observar bien e intervenir sólo si es necesario, y observas.
Qué pasa?
Uno coge y echa el plato y todo el que puede en el tierra. Y río! Siendo cómo caen las hojas, las flores. Otro suyo en una silla y coge una de las cucharas y hace trasvases ("aquí pongo unas hojas, aquí mezclo arena y hojas, aquí sólo arena", etc.). Otro las coge una a una con la mano, las mira, las toca, se las pasa por los labios, las deja y otra cosa le llama la atención y marcha. Otra compilación del tierra las hojas y flores que el primero ha echado, y las devuelve a los platos, a los vasos, a los boles. Otro coge una hoja con cada mano y las puerta al árbol intentándolas enganchar... "aquí, aquí", dice.
Hay un que ha pasado de largo y ha ido a buscar otras cosas en el jardín. Lo observo también. Pienso. Y busco ideas por otro día salir unos minutos antes y hacer una cosa diferente que a él le pueda llamar la atención.
Os propongo que si tenéis jardín paráis esta mesa y observáis vosotros también que hace o hacen vuestros hijos e hijas. Seguro que os sorprenderán!