Cuando tienes niños pequeños, es casi una obligación ir a tocar nieve como mínimo una vez al año. Y puede ser, como es nuestro caso, que no te guste nada esquiar o que el día que decides madrugar y hacer kilómetros, haga tormenta y no puedas estar mucho rato al exterior y tengas que matar el tiempo como sea.
También es importante tener en cuenta que ir a tocar nieve es una experiencia sorpresiva para los pequeños que no están acostumbrados a convivir, de forma que una excursión familiar convierte ir a la nieve en una bandeja de experimentación gigantesca, un paisaje totalmente nuevo y un inmens papel blanco para dibujar y pintar encima.
Es por todo esto que cada año que hemos ido a pasar un día familiar a la nieve, he traído a las espaldas una motxilleta cargada con material para juegos y experiencias diversas. De todas las actividades que hemos hecho os recomendamos especialmente estas cuatro:
Flanes y copas artísticos
Para llevarla a cabo sólo hacen falta flameres o copas transparentes de plástico y elementos decorativos diversos. Nosotros pusimos pedretes doradas, purpurina, confetti de colores, plumas, perlas decorativas... También cogimos unos gotets pequeños con tapón donde pusimos colorante alimentario y agua y proporcionamos cuentagotas a los niños para que pintaran y decoraran los flanes y las copas a su gusto. Una opción fácil para dosificar los colorantes es usar envases vacíos de medicamentos.
Los niños se emocionaron con esta actividad artística, puesto que después de un flan en querían hacer otro y otro, todos muy diferentes. Y resultaba mucho más fácil que hacer flanes a la arena de la playa! Las copas también satisficieron su curiosidad, especialmente en el momento en que veían bajar el líquido de colores en medio de la nieve
Col·lage creativo en bandeja
Por este col·lage hacen falta los mismos elementos que para la actividad anterior y además, unas bandejas grandes y poco profundas. La ventaja que tiene esta actividad es que, en caso de tormenta, te la puedes llevar dentro del refugio y hacer que los niños se entretengan haciendo su col·lage portátil.
En busca del Tesoro
Esta actividad requiere una estoneta de preparación anterior, puesto que hay que adentrar en la nieve pequeños tesoros. En nuestro caso, guardamos pequeños caramelets dentro de gotets de plástico con tapón y después de cubrirlos, señalamos la zona aproximada con una canyeta de colores y unos banderines hechos con whashi tapo estampados.
El juego tuvo mucho de éxito pero cómo que no traíamos roba bastante impermeable, fue el último juego que hicimos, puesto que teníamos miedo de un resfriado al ver como nuestro grande se lanzó de barrigas a tierra para rascar
Scratch sobre nieve de colores
El Scratch consiste a rascar una superficie para hacer evidente el que hay debajo y jugar con los contrastes que aparecen. Para hacer Scratch sobre nieve, el primero que hace falta es tintarla. Nosotros usamos colorantes alimentarios en polvo deshechos en agua y ademanes dentro de unos rociadores fáciles de apretar con las manos de los niños. Si queréis usar colorantes alimentarios líquidos, habrá que poner más, puesto que para hacer scratch, hay que tintar una zona un chico grande.
Teñir la superficie de la nieve a golpe de rociador es mágico y encantador, pero rascar-ne la superficie para dibujar o escribir con un palo de helado y descubrir el blanco de debajo es increíble. Probadlo y ya nos lo diréis.
Os deseamos una visita familiar muy feliz a la nieve. Y si por casualidad buscáis otras experiencias para pasarlo bien, despertar la curiosidad de los pequeños o potenciar la creación y el descubrimiento meravellat, siempre podéis clicar en los enlaces que os dejamos aquí abajo donde explicamos otras propuestas y como las hemos vivido nosotros.
Enlaces de referencia: