Los niños y su comprensión de la muerte

Los niños no son pequeños adultos, de forma que no comprenden la muerte como nosotros

Normalmente relacionamos el luto con la muerte y, a pesar de que en esta ocasión también nos centramos en esto, el primero que tenemos que aclarar es que el luto es un proceso sano, natural y adaptativo ante cualquier pérdida significativa.

Por lo tanto, tenemos que sacarle miedo al luto, puesto que es completamente necesario para aprender a vivir con el vacío que nos queda después de la pérdida.

Y recordamos esto porque querríamos despatologitzar este proceso, es decir, verlo con naturalidad como una cosa necesaria y acudir a buscar ayuda sólo en caso de ser necesario.



Los niños no son adultos en miniatura

Los niños no son pequeños adultos, de forma que no comprenden la muerte como nosotros, puesto que hasta la adolescencia no comprenden los siguientes 5 conceptos (Álvarez, 2014):

  • Universalidad: Todos moriremos, cualquier ser vivo por el simple hecho de nacer, morirá.
  • Irreversibilidad: El muerto no vuelve a la vida.
  • No funcionalidad: Una persona muerta no hace nada. No siendo, no respira, no piensa ...
  • Causalidad: La muerte es la consecuencia de una causa como la enfermedad, la vejez, el accidente, el asesinato o el suicidio.
  • Continuidad sin cuerpo: La importancia de tener presente al muerto mediante el recuerdo y el que somos gracias al que compartimos con él en vida.


Es obvio que para comprender todo esto, hay que tener un mínimo desarrollo cognitivo y una mínima comprensión. Estos los adquieren con el tiempo y la experiencia y, como comentábamos, más o menos, hasta la adolescencia, no sé entiende la muerte de manera completa.

Y que entienden antes de la adolescencia?

Que no comprendan la muerte en el más amplio sentido, no quiere decir que no tengamos que hacerlos partícipes, puesto que los niños son conscientes que algo pasa desde que son al vientre materno.

Su manera de entender el mundo es mediante las sensaciones que le transmiten sus adultos de referencia: sean gestos, tics, palabras, silencios ...

Somos el ejemplo que siguen y esto hace que tengamos que ser auténticos y estar preparados para las preguntas y respuestas dispares que nos pueden plantear.

Entonces, Como explicar la muerte a los más pequeños?

Una de las herramientas de las cuales podemos echar mano es la no-funcionalidad, es decir, explicar que no hace una persona muerta que una viva sí.

Por ejemplo, podemos explicar que un muerto no respira, no siendo, no hace pipí...

Esta manera es muy visual para los pequeños, pero a los adultos nos resulta crudo en cosificar al ser querido y convertirlo en simple cuerpo.