Algunos niños y niñas no encuentran el momento para irse a la cama. Un hecho que puede llegar a desesperar a padres y madres. Para ayudaros que los niños vayan a dormir temprano os proponemos algunos trucos.
- Poner una hora para ir a dormir: Una de las cosas más importantes es conseguir que el niño se cree una rutina del sueño. Por eso tenemos que buscar una hora porque vaya a la cama y tener claro que un bebé acabado de nacer necesita dormir 16 horas en el día, entre 15 y 14 a partir del año de edad; 13 horas a los dos años; 11 horas a los cinco; y entre 9 y 10 años en adelante, aunque cada niño tiene unas necesidades que pueden ser diferentes del otros. El mismo para despertarse, siempre tiene que ser más o menos la misma.
- Crea una rutina: Antes de ir a dormir estableceremos una serie de actividades que se repetirán cada noche, antes de ir a dormir. Puede ser baño, cenar, lavar los dientes y leer un cuento o el que creéis conveniente dependiente de la edad. Seguir un ritual ayuda a crear hábitos y a coger el sueño.
- Ir a dormir no es un castigo: La cama no se puede relacionar con un castigo.
- El ejercicio ayuda al niño a dormir más y mejor: Si los niños van a la cama cansados y relajados los será más fácil dormir, por el que es importante que hagan actividad física durante el día.
- Las pantallas lejos antes de ir a dormir: Los videojuegos por la noche, tal como pasa con la televisión no ayudan a relajar, por el que lo mejor es optar por un cuento. También en la cena dejaremos el azúcar, puesto que es los excita y complica la conciliación del sueño.
- Dejar una luz: A veces dejar una pequeña luz ayuda al niño a dormir mejor, puesto que no recibe una oscuridad absoluta y no tenga miedo durante el momento de ir a dormir, ni durante la noche
- Cada uno a su cama: Tenemos que fomentar la capacidad que el niño pueda dormir sin que sus padres estén presentes y que lo haga en su propia cama. Si cuando salimos de la habitación, el niño sale lo acompañaremos de nuevo tantas veces como haga falta.