[su_quote]La forma más directa y eficaz de anular la capacidad de sorpresa de un niño es darle todo aquello que pide, sin ni siquiera darle la oportunidad de desearlo[/su_quote] C. El Ecuyer
No os pasa que a menudo se os llena la boca con la frase "no es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita" para después acabar deseando (y comprando) muchas más cosas de las que realmente necesitamos? Esta mítica frase de Buda cobra una especial importancia (todavía más) cuando tiene que ver con los niños y con la educación. Todo aquello que transmitimos a los niños, no sólo con palabras sino con la fuerza del ejemplo y de los hechos, dejará en ellos un recuerdo duradero.
Arrastramos una herencia (nos atrevemos a denominar "de posguerra") de culto a la abundancia. Las generaciones que hoy son abuelos y abuelas tienden a satisfacer de forma generosa todas las necesidades con independencia de la necesidad real. Ocurre también con las generaciones actuales en que, en ciertos aspectos de la vida (en otros no) acontecemos víctimas del consumismo. Este pequeño artículo no quiere ser un manifiesto anticonsum, está claro que no, pero sí una pequeña reflexión sobre los juguetes que necesitamos realmente.
Queremos empezar con una idea: los niños necesitan muchas menos juguetes de las que creemos. Necesitan jugar eso sí! pero no necesariamente con un "juguete comercial". Puede parecer una paradoja, viniendo de un joguinaire, pero es así. Rudolf Steiner, padre de la pedagogía Waldorf, a su libro "The roots of education" decía:
[su_quote]Hay una gran diferencia entre los juguetes que fomentan el uso de la imaginación y los juguetes acabados que no dejan espacio para la actividad propia del niño[/su_quote]
Un niño no necesita grandes cosas para jugar y mucho menos que se le imponga con que tiene que jugar, sea desde la TV o desde el mundo adulto que lo rodea. De hecho, el valor de su juego rae en el descubrimiento, la elección y la espontaneidad. A este hecho, además, podríamos añadir que jugando con elementos cotidianos fomentamos también el amor por la sencillez y la simplicidad. Nos quejamos que los niños quieren más y más pero no los enseñamos a disfrutar de las cosas que ya tienen, a extraer el máximo provecho y a sentir-se en orgullosos y orgullosas.
Y es que en todas partes podemos encontrar un espacio de juego
A la natura:
encontraremos muchísimos elementos que acontecen mágicos en los ojos de un niño o niña. Hojas, tierra, agua, piedras, madera, espacios abiertos, espacios más cercados, olores, animales que se mueven..
Al entorno cotidiano:
Desde una sábana a una botella, pasando por la comida, o los muebles, o ropa para disfrazarnos, o lugares para escondernos. El mismo concepto de Panera de los tesoros de la pedagoga Elinor Goldchsmied es un ejemplo. Los bebés no necesitan estrictamente juguetes cualquier objeto cotidiano es una gran experiencia para ellos.
En la calle:
Lluvia que cae, sombras, cursas, jugar a encontrar cosas, a observar la gente ...
Con la gente:
Ya lo dice C.el Ecuyer: "para un niño el mejor juguete son los padres". Y añadiríamos "Y los amigos" Donde hay dos personas, hay juego.
Con los animales:
A empaitar-los, a "hecho Y esconder", a hacer guerras, a ir a buscar objetos siempre con respeto y cuando veis que tienen ganas, está claro
Con un papel:
Dibujando, estrujándolo y tirándolo, haciendo formas de papiroflèxia u origami.. Un papel en blanco puede ser toda una invitación al juego.
Estos son sólo algunos ejemplos de juego sin juguete hay miles os invitamos a incorporarlos a vuestro día a día para transmitir una idea:
[su_quote]a veces las cosas más simples son las más divertidas y, en casa, no necesitamos muchas cosas para ser felices[/su_quote]
Y no dudáis a compartir vuestros juegos sin juguete preferidos con nosotros!!!