Amorós (FaPaC): "La única forma de garantizar la igualdad es la educación presencial"

Las familias viven con desazón e incertidumbre el inicio del curso escolar, que este año estará marcado por la pandemia del coronavirus. Las escuelas volverán a abrir las aulas el 14 de septiembre, después de seis meses cerradas. Desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Cataluña denuncian la falta de planificación del Departamento de Educación y la improvisación.

Hablamos con Xènia Amorós, vicepresidenta de la FAPAC. Piden los recursos humanos y materiales necesarios para poder reducir las ratios de alumnas por clase, poder disponer de más espacio a las escuelas y potenciar la actividad al aire libre.

¿Cuál es la sensación entre las familias antes del inicio de curso?

Hay desazón, porque la sensación es un poco de improvisación en una situación que ya empezó el marzo. También tiene que ver con la situación de incertidumbre general de la pandemia. Pero se esperaba más anticipación del Departamento de Educación en las medidas para el retorno de escuela. Los equipos directivos están elaborando el tercero o cuarto plan de contingencia, que ya han hecho muchas veces.

¿Se ha ido tarde al planificar la reapertura de las escuelas?

Ha habido una mala planificación de cómo tendría que ser el retorno. Por ejemplo, el Departamento todavía desconoce cuántos docentes vulnerables tiene y que no podrán trabajar en el centro. Hay dificultades para confiar en el Departamento. La gestión y la sensación de improvisación no genera confianza ni a las familias ni al profesorado.

¿Sois partidarios, pero, de volver a las aulas y que el curso sea presencial?

Sí, absolutamente, es imprescindible. La única forma de garantizar la equidad para todos los niños es la educación presencial. No tenemos ninguna duda. La escuela presencial es la que puede activar los mecanismos necesarios para superar las desigualdades sociales. Si no tenemos ni la escuela como herramienta, muchos niños de colectivos vulnerables por sus necesidades específicas o realidades socioeconómicas, quedan desamparados. La presencialidad es el único que garantiza la igualdad de oportunidades.

"Se tienen que poner todos los recursos necesarios porque sea lo más seguro posible"

Aun así, hay algunas familias que tienen cierto temor por la pandemia.

Por eso se tienen que poner todos los recursos necesarios porque sea lo más seguro posible. También queremos garantizar la salud del profesorado y de los alumnos. Se tendría que garantizar una distancia dentro de las aulas y unas ratios que permita garantizar esta separación según el espacio. Y si tienes una aula con menos alumnos, en caso de un confinamiento, tienes que confinar menos personas, la transmisión es menor... además de las ventajas pedagógicas y educativos. Grupos más pequeños y aulas más ventiladas y grandes.

Se podrá lograr la ratio de 20 alumnos por aula teniendo en cuenta el espacio de muchas escuelas y la falta de profesorado y recursos

Dependerá de los recursos que lleguen y todavía no está claro. No se ha dicho cuántos recursos humanos habrá ni la política de uso de los espacios fuera del centro.

¿Qué otras medidas creéis que se tendrían que aplicar para reducir el riesgo de contagio?

Se tendría que trabajar más clases al aire libre, que mujer mucha más garantía por la ventilación y el distanciamiento. El que choca de todo, es que ahora todavía estamos hablando de esto.

Uno de los problemas que puede haber es cuando algunos niños se tengan que confinar en casa y quienes se hará cargo.

Ya se ha visto que las curas durante el confinamiento han recaído mayoritariamente en las madres, que han tenido que hacer reducciones de jornada, teletrabajo... Por eso pedimos que haya bajas del 100% e intransferibles y recaigan en los dos progenitores durante el tiempo que los niños tengan que hacer confinamiento. Alguien se tiene que hacer cargo de los niños cuando están en casa. Mayoritariamente han sido las madres las que han hecho jornadas infinitas de teletrabajo y cura de los niños. Hace falta una política pública porque no sea así. Es una de las cuestiones que más preocupa a las familias. ¿Cuando se cierre una clase de chicos de seis años, que harán las familias?

Pasados unos meses, ¿qué valoración hizo del cierre de escuelas en marzo?

La situación cogió por sorpresa a todo el mundo, nadie tenía experiencia. Era muy difícil acertar. Pero no fue bien, porque no se garantizó la educación para todo el mundo. Por ejemplo, no se trataba sólo de dar ordenadores e internet a quienes no tenía. Si la familia no tiene competencias digitales y no sabe qué es el Drive, Dropbox... tenía problemas. Para no hablar de niños con necesidades educativas específicas, que a la escuela tienen una veladora y apoyo. Durante el confinamiento estuvieron completamente abandonados durante seis meses y también tienen derecho en la educación, como el resto. No se hizo nada para garantizar su derecho. La brecha social en la educación ha crecido y se ha hecho más evidente la desigualdad del sistema. El confinamiento ha dejado todo el mundo abandonado a sus recursos y hay que tienen más y que menos.

¿Se ha hecho algún cambio para mejorar en caso de que tenga que haber nuevos confinamientos?

Hay pocos indicios que la situación se haya revertido. Sólo la educación presencial puede garantizar la igualdad de oportunidades. El tiempo de confinamiento nos lo ha demostrado. Por eso hacemos hincapié en las medidas que puedan garantizar la presencialidad y si hay que poner más recursos, pongámoslos. No podemos ser agarrados con los recursos en educación. La brecha no es sólo conexión y ordenador, es también cultural y social y una de las ramas es la digital.

"Nos falta profesorado de forma estructural, de siempre"

La escuela catalana está preparada para poder reducir ratios, dotar de más espacios, más profesorado...

En escuelas pequeñas o con poco espacio y con cursos seta y sobrerátio, no sé como se lo harán para distribuir el alumnado. Vamos con un zapato y una alpargata y un sistema precario. Y cuando encontramos una crisis como esta, no sabes como afrontarlo. Si tienes aulas de 27 y 28 alumnos, desigualdad sociales importantes..., cuando llega una situación extrema, estos problemas endémicos se ven mucho más. Tendríamos que tener un sistema educativo fuerte para poder encarar los problemas relacionados con la pandemia, pero aquí tenemos muchos más. Nos falta profesorado de forma estructural, de siempre. Ahora ya en falta mucho más.

En Secundaria no ha acabado de quedar claro si será educación presencial, si se combinará ni de cuántos alumnos tienen que ser las clases...

La situación es un poco extraña, hay contradicciones. Se habla de presencialidad a la ESO con grupos estancos y establos, sin reducir la ratio y sin renunciar a las especialidades. ¿Cómo se puede hacer todo? Los especialistas tienen que cambiar de aula. Pero a Secundaria no puede haber un tutor que los haga todas las especialidades. No acabo de entender como se hará. Hay la sensación de contradicción. Entiendo que los equipos de los centros estén desconcertados y entiendo su desazón.