Desde que en casa entraron los colorantes alimentarios para jugar no sólo no han salido nunca más, sino que más bien han obtenido un lugar de honor en muchas de las actividades que llevamos a cabo, tanto si son manualidades, experimentos o creaciones artísticas.
Nosotros usamos básicamente dos tipos de colorantes: los líquidos y los que se presentan en polvo. Los primeros se comercializan en unos tubets de los tres colores primarios, ya a punto para mezclar, acompañados de una mesa con la cantidad de gotas de cada uno para conseguir el resto de colores. Van muy bien porque se pueden usar directamente a las actividades sin tener que hacer ningún paso anterior. Se encuentran en bastantes supermercados con los ingredientes para hacer pastelería casera.
[su_quote]Nosotros usamos dos tipos de colorantes, los líquidos y les polvo. Estos últimos son mucho más intensos y manchan mucho[/su_quote]
Los colorantes en polvo son mucho más intensos y tiñen como un demonio. Se tiene que tener cuidado porque tan sólo con un chico de pizca son capaces de tintar una gran zona. Se tienen que disolver en agua obligatoriamente y se tienen que poner en baja cantidad, puesto que tienen un regustet salado que pueden estropear algún postres. Los compramos en una tienda de frutos secos, golosinas y legumbres a granel.
Para disfrutar de la magia de los colorantes alimentarios en las actividades con vuestros hijos, os proponemos cuatro ideas que a casa han funcionado muy bien y que, además, ayudan a desarrollar la creatividad de los pequeños. Recomendamos que ponéis ropa vieja a los niños, puesto que, a pesar de ser solubles en agua, los colorantes muy intensos sobre determinados tejidos quizás cuestan de marchar.
Grafito con vaporitzadors
Esta actividad consiste a poner un cartón inclinado apoyado a la pared para que los niños lo llenen de color y de regalims con vaporitzadors llenos de agua y colorante. Las manchas aparecen ante vuestros ojos como si fuera por arte de magia y los regalims que bajan se mezclan con otros colores encontrando tonalidades nuevas y muy interesantes.
Es importante elegir unos vaporitzadors que los niños, si son muy pequeños, puedan pulsar con facilidad, puesto que si no, se frustrarán. También recomendamos proteger el tierra con papel de diario o bolsas de plástico porque después sea fácil de limpiar.
Pintar a golpe de pistola
Se trata de una variante de la actividad anterior, apta para una realización colectiva. Nosotros lo hemos llevado a cabo en fiestas de aniversario al aire libre, con niños de edades variadas y siempre ha sido muy divertido. Hay que poner un trozo de corro de papel blanco muy gordo a tierra, mejor si es sobre un cartón, sujetado con pinzas, y ofrecer a los niños pistolas de agua llenas de una mezcla bastante intensa de agua y colorante. Los colorantes en polvo son fantásticos por eso!
Hay que traer las mezclas hechas desde casa y abocarlas a recipientes desde los cuals, con jeringuillas, sea fácil llenar las pistolas. Si los niños son grandes, la preparación de la actividad puede aportar un plus de emoción y de interés.
Cómo que el papel está en tierra, los niños pueden pintar desde cualquier ángulo y se pueden ir desplazando. Una vez acabada la obra, si se deja secar al solo, el papel ofrece manchas de colores mezclados que quedan preciosos
Pintura comestible con puré o yogur
Pintar con puré de patatas de bolsa o yogur teñido con colorantes es una actividad divertidísima para los más pequeños de la casa. Cómo es de imaginar, no hacen falta ni pinceles, puesto que el tacto para ellos es tanto importante que disfrutarán muchísimo de remover las mezclas y de embadurnar el papel con libertad. También se los puede proporcionar una cucharilla.
Queda a vuestra decisión si queréis que la actividad sea más o menos acotada, poniendo el niño a la trona y utilizando la bandeja para comer o dejarlo libre sobre un papel muy gordo clavado en tierra con cinta adhesiva. En cualquier caso, después tocará limpiar, pero es que vale tanto la pena ver como disfrutan dejándose traer!
Para preparar esta pintura, sólo hay que tenerla repartida en seis recipientes, cada uno con su cucharilla, y añadir a cada uno de ellos las gotas de colorante líquido que haga falta para obtener los tres colores primarios y los tres secundarios.
Efervescencias de colores
La última actividad que propongo es de experimentación artística y científica para niños un chico más grandes. Se trata de preparar una bandeja con una capa de bicarbonato y unos recipientes con vinagre blanco teñido de colorante. Los niños tienen que ir cogiendo el vinagre tintado con unas jeringuillas, tantas como colores tengamos, e ir mojando el bicarbonato para que haga su reacción química efervescente. Es interesante no llenar las jeringuillas con mucho vinagre, puesto que entonces la bandeja quedaría demasiado llena de líquido y no sería posible pintar sobre el bicarbonato.
Justo es decir que la efervescencia que se obtiene al mezclar los dos ingredientes fascina los niños y los entretiene un buen rato. Es importante decirlos que se mantengan a una distancia prudencial cuando aboquen el vinagre, puesto que la reacción desprende gases que no hacen precisamente un olor delicioso, fuera de que tendrían que evitar posibles salpicaduras, no fuera caso que los provocara alguna irritación. Una buena idea sería realizar la actividad al aire libre o en algún lugar muy ventilado y con ojeras de piscina para extremar la seguridad.
Esperamos que disfrutáis de estas actividades de una manera tan especial como nosotros lo hemos hecho. Si queréis leer los detalles más entrañables y personales, o descubrir más actividades con colorantes alimentarios, podéis clicar los siguientes enlaces de nuestro bolc familiar. Y ya sabéis, ponéis tan color a la vida como os sea posible! Feliz agosto!
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