En mi anterior artículo os hacía algunas propuestas que pueden hacer nuestros hijos e hijas por las vacaciones de verano.
Una de las actividades más interesantes es ir a campamentos o colonias de verano.
Si a partir de los 6-7 años ya es una edad recomendable para ir, son los adolescentes quienes pueden sacar más provecho.
Actualmente hay muchas clases de campamentos o colonias, como para aprender o practicar los idiomas que estudian en el curso académico, los desarrollados en otros países dedicados a estancias solidarias o en familias, campos de trebaile de descubrimiento de restos arqueológicos, de turismo, etc.
En los campamentos o colonias de verano se realiza una tarea educativa que complementa la de la escuela o instituto, mediante actividades lúdicas, de juego y diversión.
Las cabezas o monitores son jóvenes que están capacidades, tanto en el ámbito de los conocimientos como en el de la formación específica.
Las actividades que se realizan a los campamentos:
- Excursiones.
- Juegos de aventuras y supervivencia.
- Orientación.
- Talleres.
- Ayuda a la intendencia de la cocina.
- Montaje y desmontaje de una tienda de campaña.
- Etc.
Que pueden obtener con la asistencia a estos encuentros?
- Diversión: Buscarla en el tiempo libre no significa negarse a tener responsabilidades ni participar en actividades menos serias.
- Aprendizaje de técnicas nuevas, experimentación y replanteamiento de sus propias ideas.
- Respeto, haciendo aportaciones propias al grupo, pero sin imponerse y respetando las opiniones de los otros.
- Mejora de la autoestima personal y seguridad en sí mismos. Por ejemplo, en el hecho de hacer aportaciones espontáneas y que los puede facilitar hablar en público.
- Potenciación de la convivencia: la mayoría de actividades tienen el objetivo de mejorar el sentido de grupo y ayudan a hacer nuevos amigos.
- Desconexión de sus dispositivos electrónicos.