Como detectar el tétanos y que hacer en caso de contagio

Si no se trata antes, el tétanos es capaz de producir la muerte por asfixia

El tétanos es una enfermedad infecciosa grave provocada por la bacteria Clostridium tetani que penetra, normalmente por una herida cuando la piel se corta con un hierro enmohecido. El tétanos ataca el sistema nervioso y genera varios síntomas como fiebre, contracciones dolorosas y permanentes, dolor de cabeza y hasta crisis convulsivas. Cada vez que los niños sufren una herida se tiene que supervisar y además de la profundidad y la gravedad, se tiene que ver con qué material se lo han hecho para descartar un posible tétanos.

Dentro del cuerpo la bacteria produce una toxina que se manifiestan entre 6 y 25 días después de sufrir la herida. Los gérmenes del tétanos habitan tanto a la tierra, así como en los estercoleros y lugares donde haya animales y también en los hierros enmohecidos, por el que un corte en estos entornos pueden ser una vía de entrada del tétanos. Una vez el tétanos entra en el cuerpo, una de las primeras manifestaciones es una contractura muscular que dificulta abrir la boca. En las próximas horas esta rigidez va conquistando el resto del cuerpo. Si no se trata antes, el tétanos es capaz de producir la muerte por asfixia.

Actualmente el tétanos genera pocos casos gracias a la vacunación. El calendario de vacunas sistemáticas prevé varias aplicaciones a lo largo de la vida. La primera dosis contra el tétanos empieza a los dos meses y le siguen a los cuatro, seis y 18 meses. A los cuatro años se hace otro recordatorio y, después a los 14.

Una vez se produce la infección, que puede afectar tanto a pequeños como grandes, hay que limpiar bien la herida y recibir tratamiento médico cuanto antes. El tratamiento puede ser:

  • Antibióticos.
  • Gammaglobulina antitetánica.
  • Relajantes musculares.
  • Cirugía para limpiar la herida y eliminar el tejido contaminado.
  • Bloqueadores neuromusculares.
  • Reposo.