Si queremos conseguir un efecto de cara con más firmeza en muy poco tiempo, es tan fácil cómo envolver un hielo en una toalla posarlo en contacto con la piel del rostro algunos segundos. Lo tenemos que mantener un par de según punto por punto de la cara y cuello.
Pasar un cubito por el contorno de ojo descongestiona y desinflama y los resultados son visibles en poco rato, sobre todo después de pocas de sueño, de haber llorado o haber consumido alcohol o demasiada sal. El frío del hielo provoca una contracción inmediata de los capilares, el que desencadena un efecto succión y disuelve la acumulación de líquidos.