En la sociedad actual, basada en el éxito y la individualidad, muchas veces no hay lugar para aspectos menos alegres. Y si además, este tema está relacionado con cierta incertidumbre, damos con uno de los tabúes de este siglo: la muerte .
La muerte es una realidad de la cual no tenemos ninguna certeza, puesto que no sabemos qué hay después, dejando de banda religiones y creencias. Añadiéndole que a nosotros tampoco nos han hablado de la muerte, es un tema que a los adultos nos resulta espinoso para tratar.
Y dique a los adultos, porque, ¿en cuántas sobremesas en que sale el tema de la muerte se ha pasado de puntillas? Sin embargo, si el tema sale entre niños, es de las realidades que más los llama la atención.
Aprovechamos esta curiosidad de los más pequeños para responder a su derecho de saber que la vida, viene ligada a la muerte. Y es que así, y sólo así, tendrán la visión completa de la vida.
Esto no quiere decir qué tengamos que sacar el tema cada día o con cierta periodicidad, pero sí con naturalidad cuando haya alguna excusa: un animal muerto en la calle o al bosque, alguna película que veamos, alguna noticia que sentimos...
Y todo esto por qué?
Porque la muerte es un suceso universal y natural frente a que podemos prepararnos. Tenemos que tomar conciencia por cuando se nos presente una muerte contamos con más recursos para transitar el duelo.
Que los niños vean que hay vía libre para hablar de ella, los ayudará a compartir sus miedos, sentimientos ... Y esto los hará no encontrarse sólo y vivir mejor el proceso.
Un pequeño resumen
Hablamos de la muerte con los más pequeños, de manera natural y auténtica . Esto los ayudará en sus futuros procesos de luto a contar con recursos y relaciones de confianza en qué apoyarse.