Una de las claves porque una relación de pareja funcione es una buena comunicación donde cada miembro de la pareja pueda expresar libremente sus sentimientos y deseos al otro.
Aunque esto parezca sencillo de hacer, en el día a día hay situaciones que generan emociones negativas (como rabia, miedo, frustración, impotencia ...) afectando a la manera de comunicarse.
Si estas emociones no son reguladas adecuadamente pueden producir estilos de comunicación agresivos donde no se tienen en cuenta los derechos y necesidades del otro, o pasivos, donde no se respetan los derechos y necesidades propios, causando diferentes conflictos tanto en la relación como cada miembro de la pareja.
Los errores más comunes a la hora de expresarnos y que dificultan la entente son:
1) La suposición:
Se suponen sentimientos y pensamientos negativos en el otro sin verificarlos y actuando en consecuencia. A menudo pensamos que nuestra pareja no nos tiene en cuenta o bien que se comporta de este modo para hacernos daño y no reparamos en que quizás ni se ha dado cuenta de esta situación. Y en vez de verificar este pensamiento acabamos diciendo frases del tipo: "Lo has hecho para herirme", "ya no me estimes".
2) Los reproches y las recriminaciones:
No se escucha al otro y no se acepta otro punto de vista diferente al propio. En esta situación acostumbramos a decir: "Es que tú nunca me has ayudado en este tema" o "ya te lo dije que pasaría esto".
3) Las generalizaciones, las etiquetas y hablar del pasado:
Generan sensación de imposibilidad de cambio en la manera de comunicarse o comportarse. Frases cómo "Eres uno/a egoísta, nunca haces nada por mí" o "siempre dices estas cosas, eres uno/a insensible" pueden provocar que el conflicto empeore.
4) Las indirectas y las ambigüedades:
Se generan malentendidos y no se expresa el sentimiento y pensamiento real sobre el hecho. Una frase como "Está claro, tú siempre te comportes de una manera muy educada!" con tono irónico, no ayudará a que el otro entienda qué es el que nos ha molestado.
Para mejorar la comunicación y evitar estos errores se tiene que pasar a un estilo de comunicación asertiva, respetando tanto los derechos y necesidades del otro como los propios.
Los siete puntos principales que ayudarán a conseguir esta mejora son:
- Expresar las necesidades propias, sin suponer que el otro las adivinará. Empezar el que decimos por "Yo quiero" o "yo necesito", dejará claro al otro el que se espera evitando malentendidos.
- Explicar el que se siendo cuando la pareja hace o dice algo que no gusta, de la siguiente manera: "Yo me siento mal cuando tú te comportes así". De este modo haremos que el otro empatitzi con nuestro sentimiento.
- Expresar agradecimiento, fijándonos en el que ya va bien, no sólo en el que va mal. Un ejemplo puede ser: "Te agradezco que hayas tenido en cuenta mi punto de vista".
- Negociar para que los dos miembros ganen. Evitar el "No" rotundo, pasar a uno "Me lo pensaré" puede abrir más alternativas.
- Empatitzar, escuchar el otro y entender como se siendo. Repetir el que ha dicho el otro es una buena manera de expresar que lo estás escuchando, "No sabía que te sentías mal cuando yo decidía sin consultarte".
- Preguntar más, antes de culpar o juzgar el otro. Un ejemplo podría ser: "Me parece que no te he entendido, me vuelves a explicar el que ha pasado?"
- Tener cura de la comunicación no verbal evitando las malas caras y las gesticulaciones exageradas, manteniendo en todo momento el contacto visual y una actitud de boy escout.
Si ponéis en práctica estos últimos puntos a la vegada que podéis ser conscientes de ir evitando el uso del estilo comunicativo anterior, veréis como vuestra comunicación mejorará beneficiando en grande mide vuestra relación de pareja.
Ahora bien, las dos partes tienen que hacer el esfuerzo de llevar a cabo este ejercicio, puesto que la comunicación es cosa de dos!