Ser padres no es fácil, siempre pueden surgir dudas sobre si se está haciendo bien, si se está realmente preparado, si somos demasiado estrictos, demasiado permisivos... El que está claro es que como padres siempre intentamos dar y hacer el mejor por nuestros hijos. En este sentido, darlos una buena educación estaría dentro de los principales objetivos y esto no sólo se ve reflejado al escoger una buena escuela, puesto que la educación en casa también es muy importante.
Desde hace unos años, se habla mucho la hiperpaternitat , un modelo educativo que se inició en Estados Unidos y que se está extendiendo. Según la mayoría de expertos puede comportar riesgos por los niños y niñas.
La hiperpaternitat se basa en una sobreprotecció y sobre-atención de los hijos, se trata de una tendencia en la cual algunos padres convierten al niño o niña en el centro neurálgico de la familia y hacen que todo gire al suyo cercando.
Esto puede causar riesgos por el buen desarrollo del niño, puesto que se le generan conductas que a la larga pueden ser contraproducentes por él. Tal como explica Sara Tarrés del blog Babyradio, los niños que tienen padres sobreprotectors acostumbran a :.
- Ser dependientes de sus padres
- Tienen dificultades para aprender a ser responsables de sus vidas y problemas
- Tienen más miedos e inseguridades
- Muestran actitudes immadures
- Poca tolerancia a la frustración
- Acostumbran a ser tímidos y con poca autoestima
La hiperpaternitat también genera otro problema que es la voluntad de crear "niños 10". Se trata de aquellos padres que con la mejor de las intenciones apuntan a sus hijos a un montón de actividades extraescolares porque estén preparados para todo en un futuro: inglés, fútbol, baile, guitarra, campamentos... Los expertos coinciden en el hecho que los niños tienen masas extraescolares y poco tiempo libre para jugar, divertirse o simplemente para aburrirse.
Eva Millet, periodista y autora del libro Hiperpaternitat, coincide con ellos y explica que una manera de detectar a estos hiperpares es ver si hablan en plural a la hora de referirse a las tareas y actividades de sus hijos: "Mañana tenemos examen de inglés", "El sábado tenemos partido" O si ayudan a su hijo de 4 años a vestirse o si dan a comer a uno de 9. Según Millet, el problema radica en la vinculación extrema que se crea entre padres e hijos y comenta que a los niños no se los tiene que sobreatendre, se los tiene que permitir tener tiempos para ellos, el que se conoce como underparengint o "sana desatención".
Algunos de estos hiperpares están catalogados dentro de una serie de grupos según su conducta:
- Paras helicóptero: aquellos que sobrevuelan constantemente la vida de sus hijos
- Paras apisonadora: aquellos que preparan el camino porque no se encuentren con ninguna dificultad
- Paras guardaespaldas: aquellos que protegen y defienden sus hijos por encima de todo
- Padres xòfer: sobre todo son madres que traen a sus hijos de una extraescolar a otra
- Padres sharent: aquellos que hacen fotos constantemente a sus hijos y las cuelgan en las redes sociales
- Paras bocadillo: aquellos que persiguen a sus hijos por el parque con el bocadillo en la mano
Como padres siempre queremos lo mejor por nuestros hijos pero con actitudes cómo: la sobreprotecció, educar con miedo, justificarlos siempre y pedirlos permiso sólo se consiguen niños y niñas con unos excesos de miedos y baja autoestima.
Los expertos creen que el mejor es dejar espacio a los hijos porque aprendan ellos mismos, cometan errores, se equivoquen y así se vuelvan a levantar algo más sabios y fuertes. El amor incondicional y la confianza son dos pilares que todo niño necesita de sus padres, a veces con uno "sé que puedes" es suficiente.