El inicio del curso escolar comporta incertidumbre y que los niños tengan que integrar en su día a día la mascarilla y la distancia social, entre otras medidas. Estas novedades del curso 2020-2021, supone un esfuerzo extra y la posibilidad que se tengan que quedar en casa si existe algún contagio en el aula.
La incertidumbre y el desconcierto genera frustración y ansiedad en padres, profesores e hijos, pero podemos poner practica algunas acciones para frenarlo:
- Los niños se tienen que comportar como tal: No tenemos que mostrar miedo, sino seguridad en nuestras acciones aunque generen dudas. Si nos mostramos con miedo, ellos también reflejarán este sentimiento.
- Explicar la realidad de manera fácil, sin exageraciones: Tenemos que explicar que está pasando, para que estén al día de cómo evoluciona la pandemia, sin ser alarmista, ni demasiado optimismo, simplemente la realidad y de una manera tranquilizadora. La mejor opción es preguntar la información que saben y si tienen alguna duda o temor y explicar según su edad.
- No explicaremos hechos complejos en su presencia o que nos puedan escuchar: Se tiene que vigilar que explicamos para no genrar más preocupaciones que quizás no entienden y les genera estrés.
- Conversación directa y constante: Una conversación proactiva nos ayudará a detectar miedos y si tienen algún problema en el aula, sea el que sea y poder buscar soluciones con la ayuda del profesorado.
- Busca soluciones fáciles: Durante el curso seguramente se generarán situaciones nunca vistas antes, por el que nos tenemos que centrar a resolverlas lo más bien posible y que los niños se sientan seguros.