Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Española de Pediatría y otras asociaciones y sociedades científicas, la mejor opción es alimentar el nuevo nato exclusivamente con leche materna, de fórmula o mixta, durante los primeros seis meses de vida.
El primer año y medio de vida la leche cubre todas las necesidades nutricionales de los bebés. A partir de los seis meses, pero necesitarán complementar la nutrición con otros alimentos, puesto que estarán preparados para comer otras cosas.
Aunque no hay un alimento mejor que otro para empezar con la alimentación complementaria, podemos ofrecer la mayoría de alimentos a excepción de frutos secos, determinadas frutas o miel, entre otros. Normalmente, la elección de la primera alimentación complementaría dependerá de la cultura y de los hábitos y los gustos culinarios de cada familia. En esta primera alimentación se recomienda dar prioridad a los alimentos ricos en hierro, cómo papilla con cereales enriquecidos o purés con carne o pez blanco o alimentos a trocitos. El ideal es que las que preparamos en casa, puesto que las que venden ya hechas suelen llevar demasiados azúcares y otros componentes.