¿Sabes que es la placenta previa?

En determinados casos de placenta previa el parto natural no es posible

La placenta previa se da cuando este órgano se ubica a la parte baja del útero. Este hecho hace que la misma placenta bloquee el cérvix. La ubicación de la placenta se diagnostica mediante una ecografía. En determinados casos de placenta previa el parto natural no es posible, puesto que impide la salida del bebé o puede desencadenar alguna hemorragia, por eso, a menudo, se tiene que practicar una cesárea.

Aunque se desconoce lo que desencadena la placenta previa, existe una predisposición en el caso de madre fumadora, por posibles cicatrices en el endometrio, cesáreas anteriores, anomalías en el útero y si se trata de una placenta grande o de una formación anómala. En el caso de los embarazos múltiples también hay un riesgo superior a sufrir placenta previa.

La placenta previa se manifiesta a través de un sangrado vaginal repentino y sin dolor, aunque también se puede acompañar de dolor uterino.

Para tratar la placenta previa se tiene que evaluar el sangrado, así como la posición de la placenta respeto dentro del cuello uterino y la viabilidad del feto y su posición. Si en la recta final del embarazo la placenta continúa situada en la parte baja, el ginecólogo tendrá que valorar el riesgo de complicaciones que pueden surgir durante el parto. Si la placenta previa no tapa completamente el orificio cervical interno, el médico tendrá que analizar si el parto se hará de manera vaginal o por cesárea.