Cuando alguien experimenta un episodio de ansiedad le invade un sentimiento de angustia. El cuerpo utiliza esta angustia para adaptarse a algunas situaciones complejas. Durante el embarazo la mujer puede vivir ansiedad por el miedo a los cambios que comporta el embarazo, por la posterior llegada de un hilo y todas las preocupaciones que genera, pero también por los cambios hormonales del embarazo que tienen incidencia en el estado emocional y psicológico.
Vivir ansiedad puede provocar un parto prematuro y en los casos más graves un aborto. Además y según las últimas investigaciones relacionadas con el tema, si se sufre ansiedad grave durante en el embarazo, y en especial, en los últimos tres meses se duplica el riesgo que el futuro bebé nazca con hiperactividad.
Si una mujer embarazada nota ansiedad, se puede ver reflejado con susceptibilidad, cambios de humor, angustia, ganas de comer más, entre otras.
- Cuando hay ansiedad moderada, el primero que se tiene que hacer es hablar con alguien de confianza, sea la pareja, un familiar o un amigo o amiga próxima para compartir el que pasa.
- Tenemos que evitar las sustancias y bebidas excitantes y las comidas abundantes.
- También es recomendable la práctica de deporte adecuado a cada trimestre para fomentar el bienestar físico y psíquico y mantener la ansiedad a raya.
- Si la ansiedad es demasiado elevada, la mejor recomendación es buscar el apoyo de un especialista para buscar el mejor tratamiento.