Los azúcares de la leche materna previenen las infecciones de estreptococos en recién nacer

El estreptococo del grupo B es una bacteria que se localiza en los intestinos o el trato genital inferior y acostumbra a ser inofensiva en adultos sanos

De todos y todas es sabido que no hay un mejor alimento que la leche materna por un acabado de nacer. La leche proveniente de las madres aporta aquellos nutrientes que necesita el bebé y se adapta a cada etapa de su crecimiento. Además, es capaz de protegerlos ante infecciones y dolencias a lo largo de la vida por el que la OMS recomienda la alimentación de leche materna en exclusiva durante los seis primeros meses de vida, y hasta los dos años complementada con otros alimentos.

Ahora un estudio del American Chemical Society ha descubierto que los oligosacáridos de la leche humana, cadenas cortas de moléculas de azúcar abundantes en leche materna previene las infecciones de estreptococos del grupo B. El estreptococo del grupo B es una bacteria que se localiza en los intestinos o el trato genital inferior y acostumbra a ser inofensiva en adultos sanos. Aún así, en los bebés puede provocar una estreptocócica del grupo B, una dolencia grave.

Los acabados de nacer que sufren el estreptococo del grupo B pueden acabar con una sepsis, una neumonía o meningitis, dolencias muy graves que pueden desencadenar la muerte del niño.

A menudo las bacterias se traspasan de la madre al bebé durante el parto y para prevenir que esto no pase, al final del embarazo, entre las semanas 35 y 37, se hace la prueba del estreptococo en la embarazada para ver si existe esta bacteria en la vagina de la embarazada. Si la maceta es positiva, se administran antibióticos por vía intravenosa durante el parto para prevenir infecciones que pasan a la primera semana de vida.