El primer mes de vida de un bebé es cuando el recién nacido es más dependiente y vulnerable. Durante los primeros treinta días de vida, el bebé entra en contacto con el mundo e inicio las rutinas. En las cuatro primeras semanas el bebé empieza a adaptarse a su nuevo entorno gracias a su instinto. Su manera de comunicar -se será a través del llanto y a través del llanto expresará si tiene hambre, frío, miedo o dolor entre otros sentimientos. Si llora lo tenemos que coger, puesto que tenemos que tener claro que es su manera de expresarse y el más probable es que nos esté pidiendo algo y tenemos que intentar saber que es el que quiere y necesita.
Además durante el primer mes veréis como mueve los ojos en busca de la luz y si siendo un ruido fuerte, se sobresaltará moviendo y estirando brazos y piernas.
Si se le hace una caricia a una de las dos mejillas, girará la cabeza en la dirección donde se lo ha acariciado y abrirá la boca, puesto que buscará el pecho para succionar, como parte de su instinto.