Hay estudios que certifican que los 14 años es la edad en que los adolescentes se inician en el sexting. Y que con 10, 11 y 12, en algunos casos ya han sentido a hablar, sobre todo si tienen hermanos grandes. Nos costará de creer si tenemos hijos e hijas de esta edad; pero por si acaso el estudio no va del todo errado, estaría bien saber en que consiste el sexting y qué es la terminología asociada a esta práctica…
¿Qué es el sexting? El término proviene de la unión de los términos ingleses "sex" y "texting" y hace referencia al envío de contenido erótico o pornográfico vía teléfono móvil.
¿Cuando apareció el sexting? Empezó a detectarse en 2005, entre la población adulta que se enviaba mensajes de texto con contenido erótico; a pesar de que el fenómeno se ha extendido entre los jóvenes los últimos dos o tres años y se ha incrementado en todo el mundo de forma exponencial durante el 2020 a raíz de los confinamientos provocados por la pandemia de la Covid-19. Actualmente, el texto se ha sustituido por imágenes explícitas grabadas con la propia cámara del móvil.
¿Edad mediana de los practicantes del sexting? Se estima que actualmente es una práctica mucho más extendida entre los adolescentes y jóvenes, que entre los adultos. Y a pesar de que la media ronda los 14 años, los Mossos d'Escuadra explican que hay niños y niñas de 9, 10 y 11 años que se han visto involucrados en episodios concretos de sexting que han llegado a ser investigados.
Principales riesgos y problemas que comporta el sexting:
- Sufrir sextorsión: Cuando una persona amenaza o chantajea con las imágenes explícitas de alguien para obtener algo a cambio del silencio.
- Ser víctima de grooming: Cuando un adulto se hace pasar por un menor para establecer relación con niños, niñas y/o adolescentes.
- Desequilibrio emocional: Las criaturas que practican sexting todavía no están preparadas emocionalmente para establecer relaciones de este tipo y pueden acabar sufriendo depresiones o trastornos de ansiedad.
- Pérdida de control: Cuando compartimos nuestra intimidad en las redes, no podemos saber qué uso se hará de nuestras imágenes o grabaciones.
- Responsabilidad penal: El uso de material erótico y/o pornográfico protagonizado por menores se considera pornografía infantil.
Como padres y docentes, no debemos tener miedo; pero, como adultos que somos, hay que estar alerta y no ignorar este tipo de prácticas. A veces nos cuesta ver que nuestros hijos o alumnos están mucho más en contacto con el mundo que los rodea del que queremos imaginar; nos negamos a creer que puedan estar implicados en episodios de este tipo, cuando en realidad, estos episodios forman parte de su entorno y toman forma dentro del móvil que llevan al bolsillo. Por eso no está de más estar informados y sobre todo tener muy claro que hay que establecer unas normas claras de uso de dispositivos cuando decidimos como padres que nuestros hijos ya tienen edad para tener.
El verano es un buen momento para hablar de estas cosas con nuestros hijos e hijas. Hay que encontrar algún momento para sacar el tema y hablar de manera distendida y sin sermonear demasiado. Tienen que ver que el tema nos preocupa, pero que ellos nos inspiran confianza, para poder hablar abiertamente.
Para saber más...
- 10 razones para no practicar el sexting... Vídeo de poco más de 2 minutos que podéis ver con vuestros hijos. Os puede ayudar a centrar el tema.
- Adolescentes y sexting, artículo del suplemento Criaturas que os puede orientar al respeto.
- Las consecuencias del sexting, artículo donde se explican los riesgos del sexting y los consejos que podemos dar a nuestros hijos porque se alejen de esta práctica (y si hemos llegado tarde, qué podemos hacer para controlar la situación).
Esperamos que la información os haya resultado de utilidad.