Pronto finalizará el curso escolar y los alumnos que acaben la ESO tendrán que decidir si estudian el Bachillerato y qué especialidad, si cursan un Ciclo Mediano de Formación Profesional o un Ciclo Superior, si acceden a un Grado Universitario, etc. Tomar cualquier de estas decisiones no es nada fácil y puede generar un cierto nerviosismo y una normal ansiedad en los jóvenes.
El entorno familiar y escolar es importante para ayudar al estudiante a superar este nerviosismo, aunque las opiniones de este entorno no tienen que ser determinantes a la hora de elegir qué estudiar. Por ejemplo, hacer comentarios cómo: escoge el que hace tu padre o hizo tu abuelo, vivirás mal estudiando esto, no encontrarás trabajo, tendrás que marchar fuera para trabajar, etc. podrían incrementar este nerviosismo en ninguna parte de paliarlo.
Según los expertos antes de tomar una decisión para escoger los estudios, es importante tener en cuenta tres elementos:
1- El AUTOCONOCIMIENTO: "El conocerse a un mismo", ya lo recomendaban los filósofos griegos. El autoconocimiento está formado por las competencias y habilidades personales, nuestros intereses y valores. Este es el primer paso a hacer, antes de tener en cuenta la oferta de formación y el mercado de trabajo futuro.
Es importante que nos planteamos cómo somos, en que destacamos, que sabemos hacer bien etc. Valorar nuestros intereses, habilidades y aficiones como ir al cine, leer, practicar algún deporte.
También hay que tener en cuenta los valores de la profesión que nos gusta o motiva, como por ejemplo, si es importante por nosotros ayudar a las personas, la solidaridad, el prestigio social, la creatividad, conseguir una buena posición económica....
Algunos centros disponen de la figura del "mentor" (guía) o el llamado "Proyecto de Vida Profesional", dirigido a los estudiantes de la etapa de secundaria. Este último es una herramienta que facilita el autoconocimiento del alumno (mostrando sus competencias, intereses y habilidades), la conciencia de la amplitud del mundo laboral y de las posibilidades de formación y/o investigación de trabajo y la vinculación de estos aspectos. Por lo tanto, cuando acabamos la ESO ya tenemos bastante más claro cuáles son las diferentes opciones que nos pueden interesar.
2- La OFERTA ACADÉMICA: Cada vez es más amplia y diversa. Es muy necesario informarnos y conocer la oferta de los estudios actuales, para encontrar la que mejor se adapte a nuestras expectativas y posibilidades.
3- EL MERCADO DE TRABAJO: Es importante conocer a fondo las características y tareas que hacen los trabajadores, para poder escoger la profesión o trabajo que nos interesa. También es interesante hablar con diferentes profesionales porque nos comenten los pros y contras de su vida profesional.
Actualmente el mercado laboral es muy cambiante y no es aconsejable escoger los estudios en función de las salidas que tiene un sector determinado puesto que si ahora tienen altas posibilidades de inserción laboral, puede suceder que a la acabar los estudios tengan menos inserción.
No tenemos que escoger los estudios en función de una alta inserción laboral si no nos gustan y si pensamos que no destacaremos, ni seremos buenos. Es muy importante estudiar el que nos interese o motive más, por así no plantearnos un posible abandono de los estudios que estamos haciendo. De todos modos siempre tendremos tiempo para rectificar nuestra decisión y cambiarla por cualquier otra si pensamos que nos hemos equivocado.
Es normal que tengamos tendencia a idealizar ciertos estudios y profesiones que nos gustan, pero tenemos que valorar que todas tienen las suyas ventajas e inconvenientes.
Y como reflexión final, un último apunte, en la actualidad los mercados laborales son muy competitivos y al evolucionar tan rápido la tecnología, las personas tendrán que formarse y aprender constantemente toda su vida profesional, para adaptarse a los cambios tan rápidos que se producen a las empresas actuales y futuras. Se ha acabado sólo estudiar a la juventud!