Los estudios y encuestas sobre los hábitos lectores en el territorio español nos indican que alrededor del 40% de personas no leen o lo hacen poco. Según el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), el 39% no leyó ningún libro en 2015.
El hecho de que nuestra sociedad lee poco, influye en que los padres no somos un buen modelo porque lean nuestros hijos.
Para mejorar esta situación, las instituciones públicas y también las iniciativas privadas hacen campañas para fomentar la lectura, convocando concursos con premios en las webs y otros canales, para hacer participar al público infantil, juvenil y en los centros escolares.
Aunque cada vez es más frecuente utilizar pantallas y dispositivos digitales, donde dominan más las imágenes que las palabras, y en particular usamos los mensajes de voz por los móviles que desplazan a los mensajes escritos, la escritura y la lectura continúan siendo imprescindibles.
La lectura tiene beneficios para fomentar la imaginación, la memoria y favorecer la concentración. También reduce el fracaso escolar porque con la practica de la lectura, los niños entienden mejor el que leen y esto hace que progresen en sus estudios.
Pero que pasa cuando los adolescentes dejan la lectura porque ya no se los proporciona placer?
De los 8 a los 10 años han muchos niños que dejan de leer. Cuando esto pasa hay que respetarlos, porque a la preadolescència es normal que cambien de intereses y de aficiones. Los adultos tenemos que "desterrar" la idea de que no leen, puesto que muchos lo continúan haciendo pero de otra forma mediante los dispositivos digitales.
En los últimos cursos de primaria y los primeros de secundaria sienten predilección por personajes de su edad, por temas de aventuras, terror, de ciencia-ficción, etc. Como buenos conocedores de las nuevas tecnologías también se los gustan los libros interactivos que combinan la parte escrita en papel con material gráfico, vídeos, chats y bandas sonoras mediante las redes.
La lectura es una actividad individual y compleja. Requiere un esfuerzo y se tiene que practicar porque nos guste. Muchos jóvenes comentan que están saturados de las lecturas obligatorias escolares. Además a esta edad se priorizan las relaciones sociales con los amigos, por lo tanto, si antes eran buenos lectores, ahora puede ser que abandonen la afición a la lectura por la presión social del grupo.
Ideas para que a los hijos adolescentes se los guste leer:
1- Es primordial dar-lis recursos de acuerdo con sus intereses de lectura.
2- Una idea básica por los padres es que nos vean leer. Nuestro ejemplo es importante por el hecho que desde pequeños los niños aprenden imitando el que hagamos.
3- Con el fin de "hablar de libros", es importante que conocemos algunas de las novedades que se editan, para poder opinar con ellos y ayudarlos a escoger nuevos títulos de alguna colección o género que los interese.
4- Aprovechar los aniversarios o alguna festividad para regalar-lis libros.
5- Disponer del carné de socio de una biblioteca con el objetivo de escoger libros y cómicos y participar en Clubes de Lectura y así compartir sus opiniones con otras personas de edad similar. Han aumentado las recomendaciones "on-line" hechos por algunas librerías y también por los "bloguers" y "booktubers". Muchos jóvenes comentan sus lecturas preferidas a los amigos por las redes sociales.
El hecho de disponer de los libros de la biblioteca nos sirve para rebatir que digan que comprar libros es caro. Actualmente hay la posibilidad de intercambiarlos, comprarlos de segunda mano o a librerías "low-coste".
6- Es interesante que los libros estén ademanes a lugares visibles de nuestro hogar, a pesar de que los padres no seamos unos grandes lectores.
Ahora que se acerca Sant Jordi, podemos aprovechar este día para acercarnos con nuestros hijos en el mundo de los libros y comprar alguno, de acuerdo con sus intereses de lectura.