Si la adolescente no manifiesta ningún dolor o problema previo en el cual se necesite una valoración o exploración ginecológica cómo un exceso de menstruación, un dolor intenso o infecciones vaginales reiteradas entre otros, se recomienda una primera visita coincidiendo con el inicio de las relaciones sexuales.
Según los expertos, en esta primera visita además de un reconocimiento médico se acostumbra a informar de las dolencias de transmisión sexual (ITS) o de los posibles embarazos no deseados. También se acostumbra a preguntar si tienen alguna duda o preocupación o si han tenido problemas de algún tipo durante las relaciones sexuales.
Y es que dependiendo del en torno a cada adolescente, puede ser que nunca haya sido alertada de la existencia de las ITS o que no haya tenido previamente ningún tipo de educación sexual. Los expertos en esta área recomiendan abordar el tema de la sexualidad respondiendo de manera natural y sin tabúes a las preguntas de los hijos e iniciar una relación de confianza paterna-filial previa a que el adolescente se estrene en el mundo de la sexualidad con el objetivo de prevenir dolencias de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Hay que insistir en el uso del preservativo desde el principio hasta el final y que si coinciden con alguien que se niega a usarlo no cedan de cabo de las maneras y que aunque tomen anticonceptivos no se evitan las ITS.