El esquí es el deporte del invierno por excelencia y aunque no hay una edad fijada para empezar a practicar el esquí, los expertos recomiendan que se empiece a practicar entre los 4 y los 5 años. En esta edad los niños pueden mantener el equilibrio y desplazarse en distancias cortas. Practicar este deporte ayuda a niños y niñas a incrementar el equilibrio, la coordinación y las habilidades psicomotrices. Además, también fomenta la motivación y las habilidades deportivas, mientras se lo pasan bien en un entorno natural y nevado ideal hacer guerras de nieve, revolcarse en ella o sencillamente jugar...
El esquí aporta diferentes beneficios por los niños y las niñas que lo practican cómo el que a continuación enumeraremos:
- Mejora el funcionamiento del sistema respiratorio y cardiovascular por el ejercicio, la altura y el aire puro, que favorecen el oxigenación de la sangre.
- Tonifica los músculos del cuerpo por los movimientos que tenemos que hacer.
- Potencia la resistencia física.
- Mejora la agilidad, la coordinación, el equilibrio y la concentración y fortalece articulaciones
- Favorece la actividad psicomotriz y la coordinación.
- Genera sensación de bienestar y libertad, cuando se desplazan sobre la nieve.
- Combate el estrés y la tensión acumulada y rebaja la tensión.
- Ayuda a coger el sueño por el cansancio que produce una jornada de esquí.