Los niños adoran la música, tienen un gran sentido del ritmo (más que nosotros) y los encanta bailar, casi desde los primeros meses.
Aman las canciones, cosa que hay que aprovechar para potenciar este universo sonoro. Cantando enseñaremos más y mejor y transmitiremos más cosas. ¿Habéis probado nunca de versionar una canción popular? ¿Lo habéis adaptado en vuestro mundo y a vuestro día a día? Esto lo hemos hecho muchos, estoy seguro, porque todos somos bien conscientes que con música todo entra mejor y, además, es mucho más fácil de memorizar.
Cantar es fantástico, aunque no seamos grandes tenores ni barítonos. Cantante estimularemos los niños y nosotros mismos, y a la vez crearemos un nexo indestructible que perdurará por siempre jamás, porque nunca olvidamos las personas con quienes hemos compartido canciones.