Demos ejemplo

No podemos decir a los hijos que se laven las manos y no hacerlo nosotros. No los podemos decir que se laven los dientes, se duchen o se posen el pijama si nosotros no lo hacemos. Pasa el mismo con asear o con otras muchas acciones, es bueno que nos las vean hacer.

Esto vale para todos los ámbitos de la vida, desde el lenguaje o los gestos hasta los hábitos, la dieta o los valores. ¿Queremos que digan siempre «por favor» y «gracias»? Hagámoslo nosotros también. ¿Queremos que digan «hola» y «adiós»? Pues, nosotros también tenemos que saludar siempre todo el mundo. Si queremos que se comporten en la mesa, sin aparatos electrónicos y sin poner los pies y los codos y con la boca cerrada, nosotros también lo tenemos que hacer.

Los padres somos los primeros referentes de los niños, lo cual la podemos aprovechar para dar ejemplo, lo mejor y más eficaz manera de predicar.