Qué rebombori esto de los deberes!

El maldecap dels deures- Pares i Nens

                                                                                                 Foto: Marta Bros

Ya ha llegado el gran tema del año! Hoy podríamos decir que en el mundo podemos encontrar dos tipos de padres: los que votarían "deberes sí" y los que votarían "deberes no". La dicotomía y la polémica está servida. Seguramente hoy, después de leer este artículo, el cisma será evidente.

Los deberes en sí son un palo. Sí, esto mismo, un palo cuando nos tocaba hacerlos y un palo cuando tienes niños en edad escolar. Seamos sinceros: quién de vosotros vuelve a hacer primaria? (levanto involuntariamente el dicho índice como si fuera una niña de 10 años: estoy haciendo 3r y 5è). He tenido que viajar en el tiempo para devolver a mi época de estudiante (soy de EGB y tengo una cierta edad: ya no es el mismo). La primera imagen que me pasa por la cabeza es la de mi agenda, que decoraba cada año con miles de cosas, anotaciones o fotografías. La agenda sólo era una herramienta de organización personal para no olvidarme de los deberes que tenía que hacer en casa o para apuntar mis cosas. Ahora, en cambio, se ha convertido en el objeto vehicular de la relación entre la familia y la escuela que obliga a los padres consultarla cada día para establecer un diálogo con la profesora; esto quiere decir que los padres estamos obligados a consultarla siempre.

Allí encontramos las clásicas y repetitivas notas de la maestra: «Hoy su hijo no ha hecho los deberes», «Su hija se ha dejado el libro en casa», «Su hija no ha traído la libreta a clase», «Me gustaría reunirme con usted para hablar sobre el comportamiento de su hijo», «Recuerda que el próximo jueves la clase de su hija va de excursión a...». Cómo podéis apreciar, el control parental es total. Al final sabemos cuando tienen un examen, qué ejercicios tienen que hacer, como se comportan en clase… bien, el primer paso para empezar a ser unos hiperpares (veáis artículo de la revista paresinens.cat). La confianza, los grupos de whatsapp de padres donde se piden los deberes... De todo esto podemos hacer miles de artículos. Es más, aquí pueden salir miles de artículos para no decir un libro entero con ejemplos y experiencias vitales incluidas.

Bien, por donde íbamos? Ah, sí, por los deberes! Ahora tenemos que controlar el volumen de tareas que tienen los hijos, tenemos que organizarlos las tardes, los fines de semana, la agenda! Somos omnipresentes en todas las etapas de su vida y los rodeamos en un control exhaustivo.

Creo que los padres tenemos que hacer de padres, los maestros de maestros y todos juntos tenemos que ir a una para conseguir el éxito educativo de nuestros niños y proporcionarlos una estabilidad y un discurso coherente.

Qué son los deberes? Qué finalidad tienen? Todos los aprendizajes son iguales? Qué tareas tienen que restar dentro de la escuela?

Tenemos que saber que hay aprendizajes que se adquieren con el hábito como, por ejemplo, leer y escribir. También tendríamos que entender que no podemos dejar toda la tarea de la lectura y de la escritura a la escuela.

Me explico: antes uno de los deberes era leer en casa. El amor por la lectura era un hábito que adquirías en casa cuando observabas de reojo a tus padres. Cada mes hacíamos una lectura de un libro y, cuando lo acabábamos, hacíamos el resumen y las actividades de comprensión lectora. Se trataba de una tarea asequible por todo el mundo; no era discriminatoria en el ámbito social y económico y tampoco lo era en cuanto a la atención parental. Ahora se lee cada día 30 minutos en la escuela. Esto, pero, no quiere decir que con este sistema educativo lean más que cuando yo hacía el EGB; simplemente se trata de un ejemplo.

Después, dependiendo de la edad y el curso escolar, las actividades a realizar en casa (deberes) pueden ser diferentes, más creativas y que impliquen a la familia porque "la maleta viajera" de los niños pequeños, ir a buscar hojas, frutos de temporada, buscar información o traer objetos de casa….

Esto también son deberes y dependiendo de cada edad y proceso evolutivo se hacen en más o menos mide.

Pero no todas las actividades las pueden hacer todos los padres y quizás algunas incluso son discriminatorias, donde se evidencia todavía más la rendija social, familiar y de atención. Por ejemplo, las familias con menos recursos económicos, ir el fin de semana al museo, visitar espacios donde se tiene que pagar entrada, ir al cine,...

Planteémonos, por favor, que queremos de la escuela y que nos cuesta conseguirlo. Hay valores que tenemos que trabajar en casa y extraer del currículum de las escuelas. Esta pesada carga que sólo hace que sacar horas de currículum necesario.

Si queremos que las clases sean más innovadoras como una flipped classroom no lo podrán hacer en casa y, por lo tanto, también nos cargamos una innovación docente así en un momento. Del mismo modo nos cargamos el trabajo por proyectos, la lectura o la mecánica de los aprendizajes repetitivos: a escribir se aprende escribiendo, a leer leyendo y a multiplicar, multiplicando. Este proceso de aprendizaje requiere repetición y tiempo.

Qué queremos y como lo queremos? Sobre esto podemos pensar entre todos. Además, toda la comunidad educativa tiene mucho que decir, eso sí, con respeto! Porque los maestros y el equipo directivo son los profesionales. Porque si ellos se pusieran adentro de casa nuestra a decir como se tienen que comportar los padres, si educamos bien a los hijos o no, lo encontraríamos igual de bien? Es por el bien de nuestros hijos o aquí ya no queremos entrar?

Señoras y señores, no se trata de una guerra, no se trata de deberes sí o deberes no; es responsabilidad de todos educar esta sociedad hacia un futuro mejor que el nuestro y con respeto entre todos. No tenemos que enseñar a nuestros hijos que somos bandos enfrentados sino que tenemos puntos de vista diferentes pero que vamos a una para educar a la sociedad del futuro: nuestros hijos.

Un anuncio de IKEA es un mero anuncio: no es la realidad de cada familia (me encanta la crítica de la grande Empar Moliner). Tenemos que entender que educamos con todo el que hacemos día a día, con el que decimos, con la manera que lo decimos: la tribu educa.