Hasta que no haya una vacuna, costará que vivimos y consumimos cómo antes FOTO: Cedida

Economía doméstica

Como recuperar (tu) economía después del Covid-19

Nadie sabe si habrá más brotes del virus a corto plazo

Si habéis seguido algunas de las muchas noticias que hablan sobre cómo será la recuperación económica pasado el Covid, estaréis habituados a algunas letras. Hay quién hablan de recuperación en "V", otros menos optimistas en "U", y los catastrofistas en "L". ¿Os suena?

El que es seguro es que, letras aparte, no tenemos ningún control sobre cómo evolucionará la economía. De forma que me remitiré al que dijo Jorge Bucay. "No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones". Así, la propuesta que os haré en las próximas líneas es analizar qué queda a nuestro alcance para sobrevivir a esta nueva tormenta.

Pongámonos en contexto

Apenas empezamos a sacar la cabeza. Pero hace falta no perder de vista que durante semanas hemos tenido el grueso de los comercios cerrados. Y nadie sabe si habrá más brotes del virus a muy corto plazo.
Por otro lado, ya estamos viendo como el retorno a la "normalidad" será lenta. Hasta que no haya una vacuna, costará que vivamos y consumamos como antes. Y, sin entrar en si el modelo anterior de consumo era o no sostenible, esto retardará la recuperación. Todo ello tendrá bastante damnificados, conviene estar alerta.


Del modelo reactivo al proactivo

Algunos de vosotros quizás habéis sufrido un ERTE (o peor todavía, un ERE). O sospecháis que la empresa donde trabajáis tendrá problemas. O soys autónomos con una fuerte bajada de ingresos. Conviene prepararnos para el peor de los escenarios. Esto ayudará, llegado el caso, que no sea el miedo o las emociones las que decidan. Más bien tendríamos que guiarnos por reflexiones desde una cabeza fría. Propongo que, individualmente, nos hacemos preguntas sobre:

  • Las salidas de dinero mínimas que hay que seguir atendiendo
  • Los recursos de los cuales puedo vivir en caso de necesidad durante la crisis económica
  • Las habilidades que puedo explotar, qué puedo ofrecer que interese a la sociedad?
  • La manera como se mueven (entran y salen) el dinero a casa mía
  • Los recortes que puedo permitirme si es menester. Cuáles son aquellos gastos que ni siquiera sé por qué las tengo? (por ejemplo, coberturas duplicadas de pólizas, gigas de móvil que nunca llego a consumir, potencias eléctricas excesivas, etc.)
  • Las ayudas a que tendría derecho si acabara en una situación económica muy precaria
  • Damos protagonismo en el presupuesto
  • Ya hemos mencionado la importancia del presupuesto otros golpes al bloque de Padres y Niños. Es recomendable:
  • Saber donde van a parar los ingresos. La finalidad es poder hacer ajustamientos para conseguir objetivos de ahorro a largo plazo. Una serie de pequeños recortes pueden llevarnos a recoger un buen dinero.
  • Habituarnos a controlar el presupuesto regularmente y ajustarlo, si se tercia.

¿Puede la crisis acontecer oportunidad?

Recordamos que dentro del doble símbolo chino que define "crisis" hay también el que equivale a "oportunidad". Quién lo esté sufriendo en primera persona costará que lo vea. Pero las posibilidades positivas que aporta todo cambio están. La crisis económica puede ofrecernos que sacamos algún provecho. Y todavía más si tenemos la suerte que no nos ha afectado directamente. Ponemos algunos ejemplos:
  • Hay indicios de una posible caída de los precios inmobiliarios. Tanto a nivel de compra como de alquiler.
  • Los precios en Bolsa han experimentado una fuerte corrección (y la curva ya remonta desde mínimos).
  • Sacaremos aprendizajes que pueden servir para estar más preparados para cuando venga la siguiente crisis.
  • A diferencia de hace 10 años, tenemos al alcance préstamos (sólo recomendables si podemos obtener un rendimiento más alto que los que nos cobren de intereses).
  • ¿Y si, por fin, esta crisis económica nos empuja hacia un consumo sostenible?

Nos podemos hacer algunas preguntas sobre:

  • Las empresas o autónomos donde van a parar el dinero que salen de mi bolsillo
  • Cómo ayudo con mis adquisiciones a personas del mío cercando (consumo de proximidad)
  • Si compro a compañías que pagan los impuestos y crean puestos de trabajo en mi país
  • Cómo beneficio empresas con un enfoque productivo sostenible


Toca entrar en la fase final de la resiliencia

Recordamos que la resiliencia tiene tres fases: primero corresponde aceptar, después sobreponerse, y, finalmente, superarse. Después de tres meses, quienes más quienes menos ya habrá sido capaz de aceptar el que tenemos delante y sobreponerse.
Para superarlo, de nada sirve emular el avestruz. Es momento de hacer inventario de que tenemos, del que debemos de, del que nos hay que pagar y del que podremos volver a ingresar ahora que parece que arrancamos de nuevo. Invito todo el mundo a reflexionar sobre qué es realmente importante para él y, si es el caso, su negocio. Hay que priorizar en los recursos importantes, y dejar de malgastar en el que no lo sea.

Nos saldremos. Nos estamos saliente.