Los peligros de fumar durante el embarazo
Estudios recientes muestran que el 28% de la población de nuestro país es fumadora siendo un 64% de los fumadores mujeres.
Tienes que saber que fumar y embarazo no son compatibles. Por lo tanto, si eres mujer y estás pensando tener un bebé, te recomendamos que aparques este hábito.
Muchas mujeres fumadoras no abandonan completamente el tabaco, sino que sólo reducen el consumo durante el embarazo.
Los médicos avisan que reducir la frecuencia no es una solución. Alertan del grave riesgo al cual una madre fumadora está exponiendo al feto.
Todo el que consume la mujer embarazada pasa a su feto en las mismas proporciones, por lo tanto el humo del tabaco le llegará al feto interfiriendo en el suministro de oxígeno y haciendo que el flujo de oxígeno desde el útero a la placenta sea menor del que tendría que ser.
Esta carencia de oxígeno altera el proceso de crecimiento de sus pulmones y hace que el ritmo cardíaco sea superior al de un feto que no está expuesto al humo del tabaco.
Algunas de las consecuencias que puede tener fumar durante el embarazo son:
- Complicaciones a la placenta
- Nacer de forma prematura y con poco peso.
- Malformaciones
- Síndrome de abstinencia
- Mortalidad perinatal del feto y doble de riesgo de sufrir una muerte repentina los primeros meses de vida
- Es más probable que durante la infancia sufran infecciones respiratorias como otitis, bronquitis y neumonías.
Cómo se puede dejar de fumar?
Primero tienes que estar mentalmente preparada y valorar todo el positivo que será por tú y tu hijo, al que ya aprecios, incluso antes de concebirlo.
Muchos son los métodos que existen para dejar de fumar, uno de los más eficaces y rápidos es el láser antitabaco, una terapia que se realiza con un láser médico en puntos de acupuntura y que en una sesión nos ayuda a dejar el hábito del tabaco.
Este tratamiento para dejar de fumar es muy recomendable tanto por sus resultados como por su naturalidad, no tiene ningún efecto secundario.
Además, nos ayuda a no tener los desagradables efectos del síndrome de abstinencia como por ejemplo: comer más, ansiedad, trastornos del sueño, estar más irritables, tener el deseo de fumar, etc.