Así tendría que ser el baño de tu bebé

El instante de la bañera es uno de los momentos más placenteros para bebés, como para padres y madres. La temperatura del agua, los olores del bebé y de los jabones... son reconfortantes. Para hacer las primeras bañeras tendremos que preparar con un poco de agua y jabón para bebés.

Nos podremos ayudar de una esponja suave y con ella iremos lavando el bebé por todo el cuerpo. Si todavía tiene el cordón, como que se tiene que limpiar y curar, no pasa nada si se moja, puesto que después lo podemos secar, pero no incidiremos sobre él. Para asegurar la calma y tranquilidad de la bañera la podemos preparar minutos antes con estos simples consejos:

• No tiene que llenar-excesivamente la bañera, entre 15-20 centímetros es óptimo.
• El pequeño o pequeña tiene que estar en una posición correcta, evitar que resbale y que su cuello no tenga movimientos bruscos o sin apoyo. El mejor es sujetar su espalda con un brazo, porque apoye su cabecita al antebrazo y sostener-por la axila y el hombro.
• Nunca se puede dejar el bebé sin supervisión.
• El agua tiene que estar a unos 36 grados. Para asegurarnos que el agua no quema, si no tenemos termómetro de baño, introducir nuestra muñeca, el dorso de la mano o el codo. La piel del bebé es muy sensible a cualquier cambio de temperatura.
• No rozaremos el ombligo.
• La duración del baño tiene que ser de pocos minutos, porque no le hace falta más agua y porque evitaremos que el agua no se enfríe. Idealmente la habitación donde se hace la bañera tiene que estar a unos 22 °C para evitar cambios bruscos de temperatura.
• El mejor jabón es el neutro y si es natural todavía mejor. Con poca cantidad ya tenemos bastante, teniendo en cuenta que sobre la esponja hacen más espuma.
• Tenemos que tener todo el que necesitamos al alcance y no sacarle el ojo de sobre flotando todo el proceso de la bañera.
• Una vez se acaba la bañera, tenemos que enjugar el bebé con una toalla de algodón.